JAVIER LORENZO EN UNA OBRA QUE RECORRE EUROPA Y AFRICA

El actor chavense Javier Lorenzo sigue sumando exitos en nuestro pais y en el exterior. Despues de un año de labor intenso que abarco presentaciones en Europa y Africa, el artista nacido en nuestra ciudad comparte un protagónico teatral con excelentes críticas junto a Mirta Busnelli.
Señalemos que el pasado viernes 15 de octubre“Hasta que la muerte nos separe” de Rémil De Vos, con dirección de Paul Desveaux y las actuaciones de Mirta Busnelli, Céline Bodis y Javier Lorenzo, se estrenó en Argel, capital de Argelia. Con masivo público de los países árabes y ovacionados de pie, fueron invitados a participar y a representar a la Argentina, en el próximo Festival Internacional de Argelia.
“Hasta que la muerte nos separe” es una obra que explora los altibajos de la relación más primaria y compleja del ser humano, aquella que estructura su personalidad y lo marca a fuego para toda su vida: la de un hijo con su madre. De dicha obra que ya se encuentra en cartel, Patricia Espinosa, crítica del díario nacional Ambito Financiero, dijo: "Mirta Busnelli y Javier Lorenzo brindan una interpretación magistral. El público aplaude a rabiar". Por si esto fuera poco, Verónica Pages, en la sección cultural del diario La Nación plantea sobre la obra: "buenas actuaciones. Mirta Busnelli se traba deliciosamente y Javier Lorenzo logra expresivos titubeos y desequilibrantes balanceos".
La obra teatral, por estos dias en cartel en Buenos Aires, analiza a partir del disparador de la muerte de su abuela, un hombre -encarnado por Javier Lorenzo- que es empujado a regresar a la casa de su madre (Mirta Busnelli), a quien no ve desde hace muchísimos años. Tanto madre como hijo se arrojan en la cara, con singular verborragia, años de reclamos. La puja entre ambos es tan verosímil respecto de cualquier pelea familiar que hace que los espectadores se sientan como espías en la privacidad de un hogar, ocultos tras las endijas de una puerta. Este ríspido reencuentro merma cuando irrumpe en escena la tercera protagonista de la obra, Céline Bodis, el viejo amor de Javier Lorenzo que nunca ha podido olvidar. Pronto estos dos jóvenes vuelven a necesitarse imperiosamente, a partir de una situación inesperada que los convertirá en cómplices. El final encuentra al público ante la sorpresa de hallar en esa madre demandante que encarna Mirta Busnelli una mujer que deja en claro todo el terreno que es capaz de ceder por amor a su hijo.
En el sitio Leedor.com, Javier Lorenzo es consultado acerca de que "esta historia nos cuenta del regreso de un hijo a la casa familiar, a raíz de la muerte de su abuela, pero esa pérdida que separa a la fallecida del cuerpo familiar va a reunir al hijo con su madre y con un antiguo amor. ¿Hay operaciones ahí de la memoria que funcionan como disparador de lo que va a acontecer en ese encuentro?" a lo que el propio Javier responde "si, a partir de ese encuentro él regresa y por lo que dice no sabe muy bien porqué, y a mi me interesa pensarlo pero no saber el porqué. Obviamente surgen los recuerdos y surgen además las relaciones tal cual eran" (...) mas adelante el entrevistador consulta al actor chavense respecto de si "esas relaciones están anquilosadas o el paso de los años las ha erosionado? Ya que el hijo que regresa no es el mismo" a lo que Lorenzo responde que "no, pero aparentemente sigue todo igual. Al menos al principio, ahora tengo la obligación de no saber".
Javier, en comunicación con su madre radicada en nuestra ciudad, mostró su satisfacción por estos nuevois logros , los cuales van cimentando una solida carrera actoral, lejos del vedetismo mediatico que prolifera hoy en día.
Prueba de que Javier marcha por el buen camino es no solo el tenor de las críticas sobre su labor particular, sino sobre su trabajo colectivo en el grupo que encabeza Mirta Busnelli con la reciente invitación a participar de un festival internacional con esta obra que se presenta por estos dias en Ciudad Cultural KONEX.

(Nota en diario Clarin en marzo de este año)

UNAS FICHAS A...

Javier Lorenzo: el oficio y el trabajo
Llegó al teatro un poco por descarte y encontró su lenguaje. Ha sido dirigido por grandes nombres. Dice que tiene curiosidad por la televisión. Pero no se apura.Por: María Ana Rago
...Vine a Buenos Aires a buscar trabajo, porque quería vivir acá. Fui peón de limpieza en un hotel, maletero en otro y, mientras tanto, estudiaba diseño gráfico", cuenta Javier Lorenzo, oriundo de Adolfo González Chávez, una ciudad de la provincia de Buenos Aires, a 500 kilómetros de la Capital. Pero ése no era su destino.
"Ser actor no es algo que tenía pensado", confiesa. Y sin embargo, la vida te da sorpresas. "Por una amiga mía que es actriz, me empecé a conectar con gente de teatro", repasa. Se anotó para estudiar con Ricardo Bartís y se enganchó. Su debut sobre las tablas fue con Un cuento alemán, de Alejandro Tantanián. Sin embargo en ese momento, todavía "no tenía muy en claro si tenía el deseo real de actuar", señala. Después de un tiempo de "sentir que no pertenecía al teatro, que no tenía mucho que ver con el medio a pesar de que me iba muy bien", apareció en él esa seguridad que persiste hasta hoy de querer subirse a los escenarios.
"Desde la primera obra que hice, siempre estuve haciendo algo. Y vivo de la actuación", afirma. Es un actor de teatro. "En cine, hice poco. Estuve en La rabia de Albertina Carri. Y tengo muchas ganas de hacer más cine", dice. En TV, sólo algunos bolos. "También tengo curiosidad por hacer televisión", asegura.
Javier, una vez al año, vuelve a González Chávez. Allí están su familia y sus amigos. "Allá, teatro hay muy poco. Mientras viví ahí, vi una sola obra de teatro, que llegó haciendo una gira", recuerda. "Había un cine, que se cerró", dice. "De chico, para mí, los actores eran los de la tele", asevera.
Ahora, actúa en Hasta que la muerte nos separe en El Camarín de las Musas, junto a Mirta Busnelli y Céline Bodis. Y ensaya El pasado es un animal grotesco de Mariano Pensotti, que se estrenará el 18 de marzo, con Julieta Vallina, Pilar Gamboa y Juan Minujín.Además, da clases de teatro en el Centro Cultural Rojas y en el IUNA, en la cátedra de Analía Couceyro. Entre sus medallas, hay que mencionar que fue asistente de Ricardo Bartís.
"Hasta que la muerte... la estrenamos el año pasado, con Paul Desveaux, un director francés. La paso muy bien, me demanda bastante trabajo. Fue una labor muy estimulante todo el proceso con el director", cuenta Javier. "Me atrae lo nuevo, lo desconocido, con todos los riesgos que eso implica. Con el director hubo un encuentro muy potente de laburo y de mucho aprendizaje", expresa. En la obra, su personaje es un hombre que se va de su pueblo natal. Hasta ahí, como él. "Pero se va bastante peleado con su madre. Cada vez va yendo menos, hasta que muere su abuela y vuelve para el entierro. Ahí tiene un reencuentro con la madre, con quien la relación todavía no está sanada. Y se encuentra con su novia de la adolescencia", relata.
Con El pasado, saldrá de gira por Europa, a mediados de mayo. "Viajar actuando está buenísimo", asegura. Una experiencia más que le genera asombro.

1 comentario:

Juan Ignacio dijo...

Tuve la oportunidad de verla en el Konex y los tres son un relojito sobre escenario.